Un año más
las llamadas al principio de precaución, ante un uso inmoderado de los
dispositivos inalámbricos, han estado ausentes en el Mobile World
Congress.
Actualmente
son numerosas las llamadas a la precaución tanto a nivel estatal,
europeo como mundial, que alertan de los riesgos del uso/abuso precoz
infantojuvenil del móvil/tabletas y pantallas en general, así como de
otros dispositivos inalámbricos, invitando a postergar/limitar el uso de
dichos dispositivos, así como educar en un uso moderado de los mismos.
Avisos y llamadas de agencias sanitarias,
expertos y asociaciones profesionales desde el ámbito del
bioelectromagnetismo,
biología,
medicina,
pediatría,
psicología,
psiquiatría,
drogodependencias y conductas adictivas,
pedagogía,
neurología,
obstetricia, etc., aluden a problemáticas como las siguientes:
- Mayor vulnerabilidad infantojuvenil
a los efectos potenciales de los campos electromagnéticos de las
radiofrecuencias (mayor penetración craneal, órganos
en desarrollo, mayor riesgo potencial por exposición precoz)
y para la
adquisición de
comportamientos adictivos (cerebro en proceso de
maduración, menor control de la impulsividad y de la planificación a
largo plazo, menor resistencia a la publicidad y a la presión
grupal, …).
- Problemas comportamentales,
conductuales, cognitivos y anímicos (déficit
de atención,
problemas de sueño,
hiperactividad, agresividad,
fobias, intentos de suicidio,
menor rendimiento escolar,
depresión, ...)
- Dificultades en el desarrollo del
lenguaje, adquisición de vocabulario y comprensión de textos.
- Pasividad, alteración de la
comunicación familiar, problemas de socialización relacionados a
aprendizaje deficitario en las relaciones sociales y en el manejo de
las emociones, fracaso y acoso escolar (ciberacoso).
- Sedentarismo tecnológico: Sobrepeso
y mayor riesgo de
obesidad infantil y problemas relacionados.
- Problemas de
visión y musculoesqueléticos, cefaleas ...
La
Resolución 1815 de la Asamblea
Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE), instó urgentemente
en 2011 a sus estados miembros a “tomar todas las medidas razonables
para reducir la exposición a campos electromagnéticos, especialmente a
las radiofrecuencias emitidas por los teléfonos móviles, en particular
la exposición en niños y jóvenes, para quienes el riesgo de tumores en
la cabeza parece mayor”, aplicar el Principio ALARA (“tan bajo como sea
razonablemente alcanzable”) reduciendo drásticamente los niveles
legales de exposición atendiendo a los efectos biológicos,
primando la conexión a internet por cable ante el Wi-Fi en las
aulas (eliminado de escuelas infantiles en países como
Francia,
Chipre o
Israel, y en ayuntamientos como
Hospitalet de Llobregat, y limitado o eliminado su uso en primaria )
e implicando a la comunidad educativa en campañas que alerten de
los “riesgos específicos del uso precoz, indiscriminado y prolongado de
los teléfonos móviles y de otros dispositivos que emiten microondas”.
Agencias sanitarias gubernativas de más de 20 países, así como
instituciones académicas, asociaciones profesionales de medicina
ambiental, pediatría y salud pública, que representan a miles de
profesionales, y llamamientos científicos internacionales como el de
2015,
difunden consejos para minimizar la exposición a los
campos electromagnéticos de radiofrecuencias, especialmente a la
población infantojuvenil por su
mayor vulnerabilidad
a los riesgos potenciales,
especialmente a largo plazo. El
Informe Bioinitiative recoge desde 2007, un creciente cuerpo de
investigaciones científicas que reportan graves daños para la salud de
este tipo de tecnologías. El Centro Internacional de Investigaciones
sobre el Cáncer de la OMS
clasificó en 2011 a las radiofrecuencias como “posible carcinogénico
en humanos” y su presidente llamó a empezar a reducir su exposición. Las
actualizaciones del Informe BioInitiative del
2014 y
2016 plantean clasificarlas ya como “carcinógeno humano conocido”
como el tabaco y el amianto.
El lobismo de la industria presente en
el “Mobile World Congress” y la salud pública
Científicos y sociedad civil aluden a la
independencia y transparencia, abogadas por el
Consejo de Europa, en sus denuncias recurrentes de los
conflictos de interés detectados en los comités científicos o
consultivos implicados en valorar/determinar los límites
vigentes de radiofrecuencias (grupo
de trabajo de la OMS,
ICNIRP,
SCENIHR,
CESE,
CCARS …), límites basados en criterios solo térmicos y de corto
plazo (en los que basan su legitimidad el
cuestionado despliegue de las redes 5G). Si en 2015 el
caso Volkswagen destapó el fraude contra la salud pública, de trucar
las emisiones de los coches diésel, el
caso "Phonegate" (2017) destapa el fraude de que el 89% de los
teléfonos móviles testados entre 2011 y 2015 por la Agencia Nacional de
Frecuencias francesa superasen los límites legales de la Tasa de
absorción específica (SAR).
El Congreso de los móviles eclipsó y
olvidó a las personas afectadas de Electrosensibilidad (EHS)
Recientemente se anunció el proceso de
reconocimiento de los Síndromes de Sensibilización Central (que incluyen
esta problemática emergente) por
médicos de atención primaria, y el 1º
reconocimiento
judicial de
"gran invalidez", a nivel estatal, a una persona EHS. La
propia ciudad de Barcelona, unos meses antes, acogió el
encuentro médico del “I
Congreso Europeo de Síndrome de Sensibilidad Central”, que
reclamó la
inclusión de dicho síndrome en la actualización de la Clasificación
Internacional de Enfermedades.
Conciliar el desarrollo de las
tecnologías de la comunicación con la protección de la salud
Las organizaciones sociales que conformamos la
Plataforma Estatal Contra la Contaminación Electromagnética (PECCEM),
apostamos para que en eventos como el Mobile World Congress se potencie
el uso de dispositivos biocompatibles, y se alerten de los riesgos del
uso precoz, indiscriminado y prolongado de los móviles y otros
dispositivos/redes inalámbricas, educando sobre cómo reducirlos.
Desde la PECCEM, solicitamos a las distintas
administraciones aplicar las recomendaciones de la
Resolución 1815/2011 del Consejo de Europa (ya solicitado
por diferentes parlamentos autonómicos, diputaciones y ayuntamientos),
recomendaciones recogidas y desarrolladas en el
Manifiesto Europeo por una regulación de la exposición a los
campos electromagnéticos (CEM) que proteja realmente la salud pública
que cuenta entre sus apoyos a científicos, investigadores y expertos,
colegios y asociaciones profesionales, y representantes de
organizaciones de la sociedad civil [defensores de la salud,
consumidores, vecinos, ambientalistas, ecologistas, sindicalistas,
madres y padres, personas afectadas de síndromes de sensibilización
central y de tumores cerebrales, ...) procedentes de 26 países.
Por último, desde la PECCEM hacemos un
llamamiento urgente a la responsabilidad pública de la comunidad
informativa de nuestro país, para que se informe, conozca y difunda las
implicaciones, dimensiones y consecuencias de esta problemática de salud
pública.
Desde las diferentes comunidades autónomas, el
grupo de Coordinación de la Plataforma Estatal Contra la Contaminación
Electromagnética, 5 de marzo de 2018
- La Plataforma Estatal Contra la
Contaminación Electromagnética (PECCEM) se compone de
Confederaciones y federaciones de asociaciones vecinales (como CEAV,
FRAVM, CAVA,...), colectivos ecologistas y ambientalistas (como los
más de 300 grupos que componen la confederación de Ecologistas en
Acción), asociaciones de padres y madres, de consumidores
(como FACUA de Castilla y León), de personas afectadas de
síndromes de sensibilización central como la electrosensibilidad y
la sensibilidad química múltiple (como EQSDS y SOS EHS-EASC) y de
colectivos y asociaciones, en general, preocupadas por los efectos
para la salud de la creciente contaminación electromagnética (como
la asociación pionera AVAATE)